Esta santa es la Patrona del pueblo y la primera santa americana. Se la homenajea con actos cívicos y religiosos, a los que concurren numerosas personalidades políticas y de la curia de la provincia, con una misa en su honor y «misachicos» acompañados con bandas de sikuris. Durante la procesión luego de la misa, abren el paso de la imagen de la santa,un grupo de «samilantes» -personas vestidas con plumas de ñandú- y se observa el sincretismo reinante entre la fe católica fundida con las costumbres aborígenes que aún perduran.

La noche anterior se organiza en la escuela del pueblo una kermés con juegos recreativos con el fin de recaudar fondos para el establecimiento. Es una de las festividades religiosas más importantes de Purmamarca.