La plaza 9 de julio es el centro de convergencia de actividades del poblado, donde los servicios públicos ocupan edificios que la rodean, haciendo además que la actividad turística se concentre a su alrededor.
Sobre las veredas circundantes es donde se practica el comercio de artesanías, que en su mayoría es ambulante, salvo aquellos casas pertenecientes a familias tradicionales que hoy son ocupados también como locales comerciales. A diferencia de lo que ocurre en otras ferias, la de Purmamarca está conformada casi en su totalidad, por vendedores de auténtica raigambre autóctona, que se distribuyen en los distintos lugares de venta.