El Cabildo, así llamado por su galería de arcos (elemento poco frecuente en la arquitectura de la zona), se encuentra ubicado frente a la plaza central y fue construido a mediados del siglo XIX, quizá con motivo de las celebraciones de la Revolución de Mayo.
De una sola planta y con un pórtico de cuatro arcadas, posee gruesas paredes de adobe que duplican el espesor de las construcciones actuales. En la recova se puede observar el antiquísimo cielorraso de tablas de cardón y por fuera, la torta de barro que recubre el techo.
Es el Cabildo más pequeño de la Argentina y el edificio se ha convertido en un icono arquitectónico, histórico y social del lugar, ya que es considerado uno de los últimos diez cabildos tradicionales que aún persisten en la Argentina. Hoy funciona como sala cultural y centro de exposiciones.